sábado, abril 28, 2007

La ñoñez es una condición genética irreparable

Por eso soy la que hace las entrevistas (telefónicas).

viernes, abril 20, 2007

Quiero ser tu groupie segunda parte o de la introducción a la sexología barata del rock casi casi como en La Maestra (hoy ando desatada)

No soy musa ni del vecino quinceañero que por alguna extraña razón considera que implica mucha diversión escuchar psycho de la cajuela del auto de su madre en el estacionamiento del edificio.
No soy musa ni del narratario que me vio los senos enamorados (que no morados). Aunque así se me verán siempre que algún pelado, narratario o no, me los vea con lascivia y pleno consentimiento mío porque soy mujer de fáciles reacciones químicas (aunque no crea, impertinente lector, que es cosa fácil andarme viendo el amor y es que uso ropas complicadas).

No soy musa, pues, más que de mí misma y eso satisface tanto como echarse una manita (ya nos puismos vulgares).

Por eso me he entregado a la alabanza ajena y a la sexosidad envidosa, de ésa que no se hace, nomás se piensa.

Por eso, también, gusto del rock vestido de pantalones ajustados y, si se puede, un par de patillas. Aunque si no hay imagen de por medio, basta con la voz apretada y el bajo acelerado.

Y entonces escucho frente a la pantalla mientras me pregunto cuándo seré la narrataria de lamentos testosteríneos.

Hoy mis gustos, como siempre, no andan refinados. Y entre el cólico y el desvelo de días le toca el turno a Black Rebel Motorcycle.

Voz de hombre. Me huele a sudor.

Y para cuando la canción termina siempre queda el consuelo de The Divinyls en la lista de reproducción, o por lo menos un fragmento, aquél que gustosas cantamos las actrices de reparto mientras nos contoneamos solitarias en las borracheras: I Touch My Self.





No me pele, son los cólicos. Es que soy una pinche mujercita con SPM. Ternurita. Pero si quiere leer algo que explique cómo sin paja y palabrejas pedorras, lea esto bonito bonito de Impecable y Diamantina.

martes, abril 17, 2007

Resentida social

Una bonita vale más que mil palabras bien escritas.












Mierda.

viernes, abril 13, 2007

Muse tuvo la culpa

¿Por su casa sonó la alarma sísmica? Por la mía, sí. Justo cuando escribía un post en el que me cuestionaba muchas cosas bien clavadas. Derepente se oyó ese ruido raro que parece guitarra funkeada y mi madre preguntó "¿qué es eso?" y yo le dije "¡¡está temblando!!".

Luego se fue la luz y el post del temblor en tiempo real valió madres. Chale.

Y ahora me pregunto, ¿cómo habrán pasado los de Muse el temblor?, ¿querrán volver a México algún día después de haberlos despedido con temblores?, ¿habrá sido culpa de Muse el repentino movimiento telúrico? Lo que sí es que en algún momento el Palacio de los Deportes se "cimbró" ante tanto pataleo y emoción. No es cierto. Bueno, sí estaba la gente bien prendida, pero no se cimbró nada. Yo, con Plug in Baby. Sí, soy fácil y fan de los sencillos. Hasta se me salieron los mocos.

Pero antes del uuuhhhhaaaaauuuuhhhaaaauuuuhhhhaaaaa funkeado de la eficaz alarma antitemblores de la delegación Iztacalco (sí, soy prole), yo me preguntaba:

¿Acaso la edad de un rockero es inversamente proporcional a ese tormento que le permitía componer canciones bien azotadas y llegadoras cuando era jovenzuelo?

¿Acaso Gwyneth Paltrow es la culpable del bodrio X&Y?

¿Por qué Supermassive Blackhole se parece tanto a esa canción de Britney Spears... mmh, la que se parece a Supermassive Blackhole?

Black Holes and Revelations no me encanta. Tal vez nunca lo escuche con atención, porque desde que abandoné el discman ya no escucho ningún disco con atención a menos que sea por designio divino. Pero el concierto fue grande, Matt Bellamy merece comentarios como "ese wey es una verga" y yo estoy avergonzada por no ser un buen fan.

¡A dormir! Con toda tranquilidad porque el GDF nos cuida con sus alarmas funkeras.



*Reseña de Muse en 10:1... muy pronto.

jueves, abril 12, 2007

Es que estoy muy aburrida en el trabajo y repaso a Muse

No me sé más que las que me gustan un montón, no escuché el último disco sino hasta hace dos semanas y ni siquiera le puse gran atención, no sé cómo se llaman los otros dos que no cantan. Soy una fan vergonzante, ni siquiera puedo llamarme fan. No soy nadie. No merezco estar ahí como los que sí se saben todas y cada una de las letras de todas y cada una de las canciones de todos y cada uno de los discos, como los que conocen la vida sexual de los músicos, como los que sueñan y deliran con ellos, como los que se ganan boletos en las estaciones de radio contestando complejísimas preguntas(así le hizo el buen Iván, gran fan de lo que le gusta).
Pero pagué por esos boletos, así que la justicia divina se la mamó, porque mi tarjeta de débito puede más que cualquier noble destino de Candy Candy.

martes, abril 10, 2007

Cántame al oído o de por qué quiero ser tu groupie (primera parte... de muchas)

No es cosa de olor sino de oído. Cuando las barbas le salen a las bocinas, porque eso sí, la voz tiene mucha testorena.
En esos casos no importa el rostro ni la talla del panatalón. Es pura fantasía, pues; como si la lamieran a una con cada pujido o risotada que se lanza ante un micrófono.
Y ahí está la chamaca embobada ante una voz aguardientosa que le hace mojar las pantaletas. ¿Y qué importa si es gordo, halitoso, calvo, viejo o drogadicto? Mientras dure la canción las piernas pueden permancer muy abiertas.












Pura azotadez mujeril estrogerínea. Es que ese sencillo de los Kaiser Chiefs, Ruby, me prende un chorro. Debe ser porque se parece a esa canción tan famosota de Vilma Palma e Vampiros que decía "Llévame a la estación, espero que te vueeeeeelva a ver... déjame, déjame que te toque la piel aaaaa-úuu aaaa-aaaaa".

martes, abril 03, 2007

Melcochismo ilustrado


Porque hay tantas cosas que me faltan por aprender.





Sí, ya, ya. Ya mero me pongo a tratar a este blog con seriedad. Hoy, hoy sólo soy una mujercita engañada.

lunes, abril 02, 2007

No me preguntes, sólo soy una chick

Y probablemente tendré una muy brillante respuesta que no te va a gustar.










Y entonces las canciones de Amanda Miguel tienen mucho sentido.
Puro resentimiento del más colorAO. Tssssssss. Quema. Estoy ardida. Y qué.