miércoles, julio 13, 2005

Manifiesto contra las obsesiones fatídicas

Según yo fue romantiquísimo y elegantísimo declararle mi amor de tantos años.

-¿Cómo dices que te llamas?
-Ah sí, Berenice. ¿Te acuerdas de mí? Te seguía a todos lados.

Según yo fueron romantiquísimas y elegantísimas sus sexosidades.
- ...

Pues no. No es elegante ni romático obsesionarse con guitarristas para luego andar acosando a doctores.

Ya se me pasó la paranoia.

Me declaro en contra de las obsesiones que llevan a otras obsesiones y a paranoias enfermizas que llevan a gastar dineros en análisis múltiples.

Me declaro en contra de todos y cada uno de los músicos de Kabah.

5 comentarios:

  1. Bueno, yo me he obsesionado una que otra vez y ya sé que está bien feo.

    No te metas con los músicos de Kabah, el Pana es guapo, chido, toca con mi papá y deja mariguana en los autos. También es amigo de Julio.

    ResponderBorrar
  2. Y Julio también deja mariguana en los autos.

    ¿El Pana? ¿Es guatemalteco? Creo que ya sé quien es. ¿Qué no está casado?

    ResponderBorrar
  3. Parafraseando a Raúl (y refiriéndome tantitititito a cierta cosa suya con cierta mujer invisible): algunas obsesiones son más grandes que otras.

    ResponderBorrar
  4. Pero sólo contra los músicos, porque el vestuarista ha de ser bien cotorro.

    ResponderBorrar