jueves, julio 19, 2007

Eran frijoles charros

Nos fuimos a La Madrid como si todavía. Nos besamos después de comer frijoles salados y espiamos la manoseada que una cincuentona le puso a uno como de 40. Se ligaron ahí mismo en cosa de minutos, y luego andaban en un gabinete tocándose las chichis y el pene como él y yo lo habíamos intentado ahí, en frente de todos.

Nos fuimos a buscar el cuarto de Santo Domingo. Palinuro publicista con su Estefanía prieta, como si todavía, se agarraron de la mano, los pobrecitos, tan ingenuos y tan sorprendidos. Tan ignorantillos y bonitillos, los dos.


Y el viernes alguien notó -otra vez- que parecemos hermanos.

What would you do if i followed you?

Cuando estudiaba la prepa corría. Detrás de Alejandro (y menciono su nombre porque en tiempo corto será famoso y yo me aprovecharé de su fama) me lanzaba a tropel sudorosa y colorada sólo para que no me viera.

Ahora agendo fotógrafo para cubrir alguna obra de teatro. Con eso basta para que no me vea.

Rogonería

Me puse a rogonear las última semanas.

No fue cosa de estilo, más bien de desafortunada discordancia que ahí me tiene persiguiendo pantalones deslavados, pantalones percudidos, pantalones rotos, pantalones "de vestir".

Pantalones engreídos que ya se me fueron de las manos, de la boca, de las piernas, de la lavadora y de la cama; para rematar.

Puros listados en este post.

lunes, julio 02, 2007

Yo quiero ser Sofie Fatale, pero ella ya se llama Sofía (Post de alto contenido personal. Pase de largo. Gracias.)


Me gusta imaginar (en mis más vergonzosas pedas) que si ella fuera una poderosa mafiosa de la yakuza japonesa yo sería la amiga abogada ultra guapa mano derecha de la mafiosa. Ambas perversísimas con un séquito de divertidísimos maleantes por detrás.
No hemos asesinado a nadie, porque, básicamente, somos panes de dios; pero ella se disputa el liderazgo por el mejor blog de contenido mu-si-cal hecho en México, y yo, con teléfono en mano y mucha actitud, de vez en cuando le ayudo con las relaciones públicas.
En las fiestas siempre bailamos las mismas canciones. Y las cantamos. Ella me llama "morra" a pesar de que es año y pico menor. Yo le exijo que renuncie a su cutre trabajo y que se ponga a escribir como los machos. No me hace caso.
Su mamá no me conoce pero me quiere, porque le cuido a la niña. No sabe que la ando sonsacando para que rentemos un lindo departamento de aquí a diciembre, nomás pa' ver qué se siente.
Borrachas nos da por presumir los escotes y bailotear Combat Baby de Metric mientras alguien nos graba con un celular.
Y no es que no tenga más amigas entrañables o tan entrañables como ella, pero en las fotos nos vemos, si no lindas, por lo menos sugerentes; y no hay que desperdiciar.


Le falta el kimono y se llama Sofía. Mierda.

La verdad es que esto sólo es una rara estrategia para hacer promoción de 10:1. Ya, no mame, vaya. www.diezauno.blogspot.com