lunes, agosto 09, 2010

Cauterizada y aséptica

Yo tengo una teoría: así como los niñitos graciosos se ponen bien feos en la pubertad; las muchachas con gracia se amustian con los años.

Lo digo, piadoso lector, porque soy un caso comprobado.

Buscando no sé qué en una de mis cajitas de los recuerdos, encontré las hojitas sueltas que escribía yo, muy angustiada y -al aprecer- excitada, en alguna clase de metodología de la investigación científica, o una de esas que pasé de noche

Decía yo, angustiada y excitada, que me carcome y me pica como infección en la vagina. El amor.

Me di envidia, porque ni borracha ni en cólico se me ocurriría ahora hacer una comparación de ese calibre. No sé usted, cochinote lector, pero a mí me parece de lo más tierno.

Me amustié como licor reposado, y no sé si fue por los años o porque al final un fulano sí me peló y se llevó las angustias y las agitaciones.

Porque esa es la otra teoría: la oxitocina nos anestesia.

O pregúntele a Chris Martin que hace música bien fea desde que está enamorado.