martes, octubre 09, 2012

Mi culpa es por no entenderle al arte contemporáneo o de cómo Lucía Rivadeneyra lo puede explicar mejor que yo


Intelectual
La dejó
porque su manos
nunca habían
cargado una novela
porque sus piernas
jamás siguieron
el camino de un cuento
porque su boca
no tuvo sabor a poemas
y porque
hacía teatro al aire libre
donde la conoció.

1 comentario:

Malakatonche dijo...

El encanto está en la otredad, y quien no lo entiende, es un pusilánime que merece salir por la puerta para no volver.

Caso contrario, hay hombrecillos destartalados que hacen esto:

http://youtu.be/95J6BSK7CDw