Nunca me ha avergonzado ser una mujer de clichés y encandilarme fácilmente con referencias literarias, como nunca me ha avergonzado ser en las fiestas una suerte de tío borrachín e impertinente, aunque esté más sobria que el respetable completo (eso del respetable lo tomé de La Jornada, se me hace muy propio, muy elegante).
La Plaza de Santo Domingo fue sólo el pretexto monón para sacar lo del tío brorrachín impertinente.
Se me da fácil eso de ponerme estúpida en las fiestas y hablar como si fuera un cincuentón fanfarrón fumándose un puro y nalguenado a la sobrinita prematuramente desarrollada. No lo puedo evitar. Cada frase la termino con un cabrón y me vale si es mujer la persona con la que hablo, no lo cambio por cabrona. Grito groserías a lo pendejo y me jacto de la blusita apretada que cada tantos minutos termina dando el botonazo.
Me dijo Sofía que eso asusta a los hombres tímidos. Yo digo que aburre a los listos y encandila a los chamacos.
Bueno, la verdad es que sí me avergüenza. Yo sólo quiero ser la chica ideal. Ajá.
9 comentarios:
de Niche a niche : lindo blog!!
www.nichepi.blogdrive.com
yo creo que eres la chica ideal!
yo también. Muchos hombres también, solo que ni hablar les dejas jajaja.
Tan cerca de mi casa y tan lejos de Niche.
mmmm, no eres bi?
me gustas
post mundano, superficial y simplón...
Del amor al odio... puedo vivir con eso.
Igual y si lo eres...
Escribes muy chingòn Cabròn. Echele ganas plebita.
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