viernes, junio 26, 2009

Melcocha Barata al servicio de la comunidad o de cómo no entiendo algunas formas de manifestación ciudadana en agitación política

Me va a disculpar la soberbia, aburrido lector, pero yo creo que esa neurosis mía es una rasgo encantador.
Lástima que para alcanzar esa adorable histeria a la Bridget Jones, me tuve que aguantar tantos pinches años de bullying implacable por parte de mis insensibles compañeros de escuela.
Y no quiero matarlo de aburrimiento, desinteresado lector, con otra más de mis historias de autocompadecencia, pero hoy me puse a agradecerle al tiempo que nací en el 83 y no en el 90. De haber nacido siete años después me habría tocado chismógrafo por internet; muy pocos contactos en el messenger; uno que otro insulto en Hi5 y, con suerte, un grupo en Facebook donde se hablara abiertamente del odio hacia mí. Humillación a gran escala.
Afortunadamente el bullying no pasó de apodos malvados, burlas en grupo, y claro, comentarios hostiles en el chismógrafo de papel. Nadie me arrojó sangre de cerdo en la cabeza.

Hoy me topé con ese grupo infame de Facebook, el del odio a la niña del PRD.
Y es infame no porque yo tenga simpatía por ese partido, sino porque en ese afán de guasa chacotera, han salido insultos filosísimos en contra de esa chavita, de su aspecto, de su nombre, de su origen, de su forma de hablar. Los leí. Como si el 3°B o el 4°A se hubiera multiplicado en 187 mil 264 alumnos señalándola y poniéndole apodos ruines.
No voy a discutir la bajeza de las campañas electorales, ni el descontento y el hastío de la gente. Sólo pienso, en mi lógica cursi y melcochosa, que todos esos fans, sobre todo los que han comentado acerca de su físico, de su nombre, de su forma de hablar, son lo suficientemente mayores para imaginar que esa chavita, que no es una animación hecha para la televisión, debe estar en algún lado enterándose del asunto y resintiéndolo sin entender por qué la insultan si sólo interpretó un papel en propaganda política.
Supongo que a su mamá nomás le queda decirle "no les hagas caso, mijita".

viernes, junio 05, 2009

2004

La memoria me falla. La nitidez de los recuerdos me dice que quién sabe qué chingados estuve haciendo antes del 2004.
Será que me da pena acordarme. Será que cuando me acuerdo pego unos gritotes de todos tamaños y me río y me rasco y me doy de palamaditas en el muslo derecho.
Hoy me acordé a punta de chingadazos. Vivía unos tamaños tormentos de esos que son drama calibre chingatumadre. Muy bonitos, muy patéticos.
Ahora las cosas son de una tranquilidad envidiable y parece que en el drama se me fue la gracia.

Un fulano se quejó de mí por intensa. Y eso que me dijo que sí en 2004.