viernes, noviembre 30, 2007

De cuando casi me quedo chueca en una entrevista telefónica

Me puse tan nerviosa que me sentí enferma todo el día: náusea, mareo, palpitaciones y sudor.
Llegó el viernes y todo normal. No hay vidrios rotos ni muertos. Compren Reforma, vayan al suplemento Primera Fila y lean la entrevista con Iggy Pop.

miércoles, noviembre 28, 2007

De por qué uno no debe encariñarse con las notas que se van a publicar en un periódico de circulación nacional

No llego al viernes. Me muero de nervios, de ansiedad, de miedo y de vergüenza. Quién sabe cuál será el resultado final de todo ese lío. Quién sabe qué cara tendrá después de pasar por "las tijeras de la edición" (pinche frase mamona) que por todo lo que sobra van a convertir mi vestidito de 15 años en un diminuto trajecito de teibolera.

jueves, noviembre 15, 2007

Le vendí mi alma a INDITEX

Como cuando se llega después de las 7:15 a la secu; como cuando se lleva zapato negro en lunes de honores a la bandera, me regresaron del trabajo a la casa.

Jamás me había pasado cosa tan humillante. Yo, que en mis tiempos de colegiala era la más aplicada y bien portada; yo, que marchaba cada lunes en la escolta y jamás usé la faldita arriba de la rodilla; yo, que no tuve novio sino hasta los 16 y lo corté a la semana, fui suspendida por un día sin goce de sueldo.

Y entonces la autora, humilladísima se fue a gastar aprovechando que es quincena. Y compró hasta que se empachó y ya no le alcanzó para un Pepto Bismol.

Estoy quebrada.

Me gasté el universo y ni así me sentí menos pendeja.

Me gasté la quincena completa y sin desayunar.

Y ojalá tuviera actitud para buscarme a diseñadores emergentes como el tal Quetzal o María Peligro, o de perdis irme a gastar las ilusiones a la lagunilla y a Pino Suárez (de donde seguro sacaría sin pedos el outfit-fiestero-hipster-escenoso-región4), pero ni eso. Me fui a comprar ropa igualita a la de mis amigas para que luego me encuentre en un mundo de gente viendo a Interpol, al lado de una chica que viste una chamarra idéntica a la mía.

Oooooooobvioooooo, jamás estaré en una fiesta de éstas.


Ya no me alcanza para la peda. ¿Quién me invita a chupar?

domingo, noviembre 11, 2007

Me voy a tirar al pedo

No hay ningún borrachito bizcochón al que quiera echarme al plato hondo que cargo entre las piernas. Más bien ando un desamor atorado que me ha traído gimiendo como espectro chocarrero durante dos madrugadas y un viaje en auto de la Granjas a la Roma.

Me voy a tirar al pedo. Me voy a ir a La Madrid a tomarme cuatro cubanas, que con eso tengo; a hacerle miraditas al mesero de ojo verde y a llorarle a ese trompudo mientras me enjuto un plato de frijoles charros salados; a quedarme dormida sobre la mesa grasosa y a vomitar en el baño percudido apestoso a mierda. Así por dos o tres meses, hasta que en el trabajo noten mi sudor de olor a cerveza rancia, hasta que las rastas con pelo ceboso no encuentren remedio y tenga que andar con la cabeza rapada para no cargar a los piojos y a sus liendres y a sus excrementos.

Me voy a tirar al pedo y va a ser muy trágico: me voy a dejar crecer el bigote y voy a andar con la chichis sueltas y el mismo calzón por cinco días.

Voy a hacer ésta mi canción favorita



Y luego me voy a conseguir a un pedo y me lo voy a tirar.



*Gracias a Daniela por la frase.