No, la ausencia no tiene excusas. La ausencia no puede decir nada porque la perrita se fue hace un par de minutos cubriéndose los pechos con un playerita barata que compró en Wall Mart. La cacharon, medio borracha, manoseando a un tipo muy feo.
Luego llegué yo y se le acabó la diversión a la sin vergüenza aquella.
No me siento bien. Es como si las hormonas y los espamos me llevaran de la mano a la computadora. La cosa es que el dolor físico no es buen consejero; me abruma tanto el esfuerzo que de verdad no tengo idea de qué escribir. Y eso de alimentar el blog mientras los cólicos menstruales (sí, menstruales, así se llaman) retumban en todo su esplendor, se me ha dado ya casi por costumbre los últimos seis o siete meses.
Debe ser una variación posmoderna del síndrome premenstrual. Me siento importante.
Se dice que soy poderosa. Lo digo yo. Creo que logré que trajeran a Metric deseándolo muy fuerte. Ahora, con mis poderes en evidencia, pueden hacer sus peticiones. Ya veremos si me da la gana desear muy fuerte por ustedes.
Qué bien baila esa mujer. Vayamos todos a verla.
3 comentarios:
vagamente recuerdo esa rola y a tí juntas que chido que vienen, yo te pediría a el otro yo afuera del vive, porque no me late el vive, me engento.
me gusta mi palabra verificadora. iillk
No conozco a otro fan más fervoroso que yo en México. Me temo que durante el concierto seré la única que bailotee alocada durante todas las cacniones.
¿No crees que es un poco egoísta querer al otro yo fuera del Vive? Van a ganar una lana, no seas malo.
Osh, no voy a poder ir, Niche. :(
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