La verdad es que he estado deprimidísima sobándome los pies: resulta que los tengo todos chuecos y deformes por cosa de genética. ¿Recuerda, desinteresado lector, que la autora andaba toda emocionadota porque le valía Darwin y sus teorías revolucionarias? Pues ya no. Mi mamá me heredó sus bodrios, que a su vez le heredó mi abuelo. Mala suerte para mí. Sé de cierto que los hombres aman los pies bonitos, de esos aptos para usar con chanclitas coquetas y hacerles cosquillitas en la INTIMIDAD. Yo, básicamente, no me quito los calcetines.
Pero no, no le voy a hablar de eso después de un mes de no susurrarle cochinadas al oído. En realidad, despreciativo lector, no le voy a hablar de nada más. Nomás pasé a hacerme publicidad en este, su desierto blog.
Si fue a alguno de los conciertos de Radiohead; si presenció con pasmo y desconcierto cómo tocaban así medio desganados Creep; si es fan o medio fan, remítase a ESTA PÁGINA para leer anécdotas de su primera visita a México.
6 comentarios:
Los pies son pies. Si acaso nos importan cuando son extraordinariamente bonitos, pero en general... sólo son pies. No hay fijón.
Lo dije y lo repito: con pies bonitos o feos, yo te quiero, berenice andrade.
Esta manía circular de circular, a donde me meto, a donde camino sino hacia ser un común transeunte, sin historias que contar, sin demasiados espasmos. A veces lo que nos sorprende está en lo más común. No hay nada alternativo porque no hay alternativa. Qué más propuesta que vivir como todos, como el oficinista. Es como regresar de un viaje poco ilustrativo hacia la vida real donde nada siempre el demonio de lo cotidiano.
Pues como ya dije en tu Facebook: bien dice el poeta que unas piernas bonitas (y en esto incluyo a los pies) son un desperdicio, porque a la hora de la verdad es lo primero que se hace a un lado. Y me gusta tu figura petite, tu cabello y tus manos de pianista...en fin, quiero contigo. =)
wow, en efecto sólo somos 4, jajaja!
Yo tambien tengo los pies horrendos...
y eso me trauma demasiado! :(
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