lunes, febrero 15, 2010

Con la novedad

No mame, respetable lector, creo que ahora sí ya llegué a mi límite emo, acá machín.
Ha sido tanto que mi suetersote rojo huele como a sebo, baba, chocolate y perfumito de lo mucho que lo uso para abrigar mis encierros hogareños que no quieren ceder.
Se trató de una tragedia ajena que con los días se salió de foco. Ahora ya ni la pienso tanto, pero dejó una humedad pesada que mantiene las sábanas pegajosas y el pelo crispado.
Me gustaría quitarme el suéter y meterlo en la lavadora, pero me da frío. Además, mi coche no tiene el espejo derecho. Así qué chiste tiene salir.

8 comentarios:

Pao D dijo...

Una ducha caliente, caliente y otro suéter tal vez te hagan sentir mejor. A mí siempre me ayudan :)

C dijo...

Visítanos mala amiga, seguro te sentirías muuucho mejor :)

O.M.A.R. dijo...

jajajajaja, a veces así pasa, aunque lo tuyo seguro ya es record.

Clau dijo...

Te leo y me recuerdas a mí. Ni sé quién eres ni nada de nada.

Anónimo dijo...

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DIANA-CHAN dijo...

oraleeeeeeeeeeeeeee aliviane el mosquero como diriamos por aca.

Mario Alvarez. dijo...

berenice un buen dia me encontre con tu blog otro blog , ya sabes eso de la red , el hecho es que me dio por leer toda la melcocha y pos para seer del todo sincero no pude parar hasta leerlos todos SI, ASI ES TODOS , el hecho es que ahora el proceso se jodio por que ya no has escrito mas

Anónimo dijo...

HAMLET: ¿Sois honesta?
OFELIA: ¡Mi señor!
HAMLET: ¿Sois hermosa?
OFELIA: ¿Qué quiere decir vuesamerced?
HAMLET: Que si sois bointa y bella, vuestra honestidad no debe admitir tratos con vuestra hermosura.
OFELIA: Pero, señor, ¿con quién mejor que con la honestidad podría tener comercio la hermosura?
BERENICE: Siempre quise ser muy bella para no tener que trabajar.

Dese un baño de agua fría, salga a caminar, deje que la musa le murmure algunos secretos y, finalmente, regáleme una de esas joyas que nacen de sus dedos. No sabe usted cómo yo valoro su sencillo coraje de escribir.

Atentamente: D.